En el mundo es bien sabido que las mujeres ganan 63% menos que los hombres y dedican el triple de horas a trabajos no remunerados. Sin embargo, estudios de finanzas y desarrollo revelan que los bancos con mayor porcentaje de mujeres en sus directorios tienen más reservas de capital, menor proporción de préstamos en mora y mayor resistencia a las tensiones.
Y a pesar de que tienen un mejor manejo del riesgo, las mujeres son señaladas como compradoras compulsivas. Desde muy pequeñas, las mujeres son criadas pensando que son las responsables y cuidadoras de todo lo que compete en el hogar. “La mujer se encarga de hacer el diario porque es la que sabe qué hace falta y la que cocina”, dice la psicóloga María Gabriela Yépez. Desde ese momento, se le infundió a la mujer “ser la dueña de las compras” porque es la que sabe “rendir el dinero”, señala Yépez.
No obstante, desde que la mujer tomó más protagonismo en la sociedad y en el mercado laboral, tiene el derecho y el acceso a una cuenta bancaria personal para guardar sus propios ingresos, brindándole así más control sobre su vida y sus compras.
Esto marca un hito, porque ya no solo depende del salario de su pareja para comprar la comida, los útiles escolares, cuota del crédito hipotecario o el pago de servicios públicos, sino que también la mujer puede comprar para auto gratificar por el trabajo no remunerado que recae -desproporcionadamente- sobre ella y la independencia de contar con su propio poder adquisitivo.
Las mujeres modernas tienen mantras para gastar y hacer sus compras, según su personalidad pueden clasificarse en:
- Me lo merezco: Profesa que por trabajar y hacerse cargo del 80% de las tareas domésticas merece tener siempre derecho a gustos que se inclinan por artículos de lujo y costosos.
- Solo se vive una vez: Ejerce los ímpetus de que cada situación en la vida es única y merece ser vivida como se debe. Por lo que invertir en esos momentos vale cada centavo trabajado y ganado. Invierte más en experiencias.
- Lo necesito: puede no necesitarlo, pero su cerebro está programado para necesitar más y más artículos que cree hacen falta en su closet o artículos para su casa.
- Para eso trabajo: Se justifica en la cantidad de horas y responsabilidades laborales que desempeña para auto regalarse eso que tanto desea y compensa sus largas jornadas laborales.
- Una tristeza se cura con ropa: la que asocia el bienestar emocional con lo material. Para recuperar la felicidad necesita cosas materiales para sentirse bien y recuperar su valor y poder.
- De peores he salido: no tiene miedo a endeudarse ya que dice que ha vivido peores situaciones y hacer un gasto fuerte o pagar un préstamo no será mayor problema para ella.
- Las mujeres no lloran, las mujeres facturan: La Music Sessions #53 de la barranquillera Shakira con Bzrp, se ha convertido en un himno para las mujeres. La que se enorgullece de ser dueña de sus finanzas, generadora de ingresos y tiene el poder de guardar sus lágrimas y recordar que no depende económicamente de nadie.
- Antes muerta que sencilla: cuando la mujer invierte para lucir siempre bella, radiante y jovial. Se aplica mucho para cosméticos, maquillaje, tratamiento de bellezas y -por supuesto- ropa y calzados.
Los beneficios económicos de aumentar la participación de las mujeres en la fuerza laboral son mayores de lo que se pensaba. Sin embargo, las mujeres son más vulnerables a salarios bajos y pérdida de empleo. Ahora el reto es minimizar cada vez más esta brecha generacional, porque estudios recientes del FMI demuestran que las mujeres y los hombres pueden tener el mismo potencial, pero aportan habilidades e ideas distintas y económicamente valiosas.