Tener un presupuesto es la forma perfecta de controlar tus gastos, evitar pequeños gastos innecesarios y ahorrar algún monto para conseguir tus objetivos. Es un proceso que requiere disciplina y planeamiento y hoy te contamos cómo empezar.
El primer paso y más importante es que hagás una lista de tus gastos mensuales fijos; para hacerlo de la forma más ordenada podés organizarlos por categorías; suscripciones, seguros, préstamos bancarios, servicios básicos, combustible, etc. Asígnales a cada uno un monto promedio para cada mes del año.
Luego, identificá los gastos periódicos que son solo algunos meses al año como; matrícula de algún curso, útiles escolares, marchamo, cambio de llantas, etc y asígnales un monto en los meses correspondiente.
Por último, incluí los gastos opcionales como vacaciones, cambio de celular, compras. Incluí todo, incluso las salidas a cenar o cualquier otra actividad de ocio deben estar presupuestadas.
Para completar tu presupuesto debés dejar un monto para imprevistos y otro para ahorro, al principio estos montos pueden ser pequeños, pero conforme vayás teniendo conciencia y control sobre tu presupuesto deberías ir aumentándolos. El rubro de imprevistos es importante ya que es una reserva que te permite no descuadrar el presupuesto, lo ideal es que el rubro de imprevistos te permita cubrir hasta 6 meses de tus gastos básicos.
Cuando ya tengás tu presupuesto listo vas a poder analizar cómo hacer un mejor uso del dinero, sin endeudarte demás y con metas claras.
¡Un presupuesto familiar es la mejor forma de tomar el control de tus finanzas!