Separar finanzas personales y empresariales: el primer paso hacia la salud financiera de tu PYME
Uno de los errores más comunes (y costosos) que cometen los pequeños empresarios es mezclar el dinero del negocio con sus finanzas personales. Aunque parezca práctico en el corto plazo, esta práctica puede generar una serie de problemas que afectan la toma de decisiones, la rentabilidad y el crecimiento de tu emprendimiento.
¿Por qué es tan importante separarlas?
1. Claridad en tus finanzas: Saber exactamente cuánto gana y cuánto gasta tu empresa te permitirá tomar decisiones más estratégicas. Si todo está en una sola cuenta, es difícil medir la verdadera rentabilidad del negocio.
2. Control del flujo de caja: Separar las cuentas te permite monitorear los ingresos y egresos del negocio, lo que es clave para evitar sobregiros, atrasos en pagos o falta de liquidez.
3. Profesionalismo ante terceros: Bancos, proveedores e inversionistas valoran que las finanzas del negocio estén organizadas y separadas de lo personal. Esto aumenta tu credibilidad.
4. Facilidad para cumplir con impuestos: Llevar registros claros facilita tu contabilidad y el cumplimiento de obligaciones fiscales, evitando multas y sanciones.
5. Bienestar personal: Cuando usás el dinero del negocio para cubrir gastos personales, corrés el riesgo de quedarte sin capital de trabajo. Separarlas te protege a vos y a tu empresa.
Tips prácticos para lograrlo:
- Abrí una cuenta bancaria exclusiva para tu PYME. Evitá usar tu cuenta personal para gastos empresariales.
- Asignate un salario fijo. Esto te ayudará a vivir de forma más predecible sin afectar la operación del negocio.
- Llevá un control contable, aunque sea básico. Hoy existen apps y herramientas accesibles para registrar tus ingresos y gastos.
- Evitá los “préstamos personales” sin registro. Si necesitás dinero del negocio, hacelo formalmente y llevá el control.